martes, 4 de noviembre de 2008

LA DESINTEGRACIÓN FAMILIAR


Concepto:

La desintegración familiar en un hecho social que consiste en la ruptura progresiva o violencia de los lazos afectivos y materiales que hacen posible la vida familiar en armonía. Es la quiebra y disolucíon de la sociedad conyugal basada en la vida en común entre los padres y miembros de la familia.


Es uno de los problemas más agudos que viven las familas del presente siglo, a consecuencia de la crisis de valores existente dentro de la sociedad.


Es violencia cuando la ruptura de los lazos familiares se presenta inesperadament y conduce irremediablemente a la separación de la pareja.


Cuando se habla de desintegración familiar, casi inmediatamente se asocia con la ausencia de alguno de los padres, regularmente y se llega a pensar que esta es la causa de que alguno de los miembros se disgregue y caiga en conductas erróneas que luego desembocan.


FASES DE LA DESINTEGRACIÓN FAMILIAR


1. La creciente tensión entre los padres

Que lleva a la separación física y a la decisión de divorsiarce.

2. Adaptación de cada uno de los padres a su vida como Separados.

Los padres separados deben dar el afecto necesario y soportuno a sus hijos, a pesar de lo que suceda, los hijos siempre necesitan que haya alguien que los oriente y los guíe por el camino del bien. Generalmente, es el papá el que se desatiende totalmente de los hijos, pero esto no debe de suceder, el padre debe cambiar sus actitudes y demostrarles a sus hijos que a pesar de los problemas de separación el amor por ellos es eterno.

3. De nueva estabilidad.- En que los padres rehacen su vida con una pareja.

La duración y intensidad de la primera fase es la que tendrá consecuencias más o menos graves para los hijos, dependiendo además de su edad de ser, de su sexo y de tener o no otros motivos de tensión asociadas.


El temperamento de sus hijos desempeña un papel importante, si el hijo tiene una forma de ser conflictiva y dificíl (es más rebelde o dificíl de educar), puede vivir la desintegración de sus padres de una forma más tormentosa, necesitando más ayuda y sostén psicológico que otros. Además, estos niños por su carácter rebelde pueden acabar siendo el blanco de frustación de los propios padres, ya separados o a punto de serlo, recibiendo una dosis de riñas y castigos por motivos que en una situación normal, los padres tolerarían sin problemas; pero que en medio de un proceso de separación son incapaces de soportar.